La Unidad de Esclerosis Múltiple del Hospital Universitario Son Espases, dependiente del Servicio de Neurología, atiende cada año cuarenta casos nuevos.
Se trata de una enfermedad crónica degenerativa que afecta al sistema nervioso central, tiene causas inmunológicas y afecta a cien personas de cada cien mil. Las que la sufren suelen tener entre 20 y 40 años y son personas que están predispuestas a padecerla a causa de elementos genéticos, sobre los cuales actúan factores ambientales diversos, como la falta de vitamina D, el tabaquismo, la obesidad infantil o la mononucleosis infecciosa (causada por el virus de Epstein-Barr).
Los síntomas principales de la esclerosis múltiple son la pérdida de la agudeza visual, la visión doble, la alteración de la sensibilidad de alguna parte del cuerpo, problemas de control del esfínter urinario, cansancio y debilidad de las extremidades, mareos, problemas del habla, problemas cognitivos (como la falta de concentración) y la dificultad para andar o coordinar movimientos, etc. Los síntomas se agrupan en forma de brotes, con recuperación completa o parcial.
Cuando un paciente es derivado a la Unidad de Esclerosis Múltiple de Son Espases, que atiende entre 600 y 625 pacientes, se le hacen una batería de analíticas y una resonancia magnética del cerebro y de la médula para detectar lesiones. Si se confirma que el paciente sufre la enfermedad, se le hace una punción lumbar y se establecen el diagnóstico y los tratamientos. En menos de un mes, el Servicio de Radiología le hace una resonancia magnética si el paciente es ambulatorio, pero menos de una semana si está ingresado. La resonancia no es solo una exploración fundamental para diagnosticar la enfermedad, sino también para hacer su seguimiento con el fin de evaluar la eficacia de los tratamientos.
Un equipo multidisciplinario se encarga de atender a estos pacientes, coordinado por los profesionales del Servicio de Neurología y en el que participan especialistas de Inmunología, Medicina Preventiva, Urología, Neurooftalmología, Psicología, Radiología y Rehabilitación, además de personal de enfermería del Hospital de Día y de los gabinetes de Neurología.
El abordaje terapéutico de la enfermedad incluye diversos aspectos: tratamiento de los brotes con corticoides intravenosos, tratamiento modificador de la enfermedad con fármacos para reducir la frecuencia de los brotes y mejorar la discapacidad, y tratamiento sintomático con controles farmacológicos para supervisar algunos aspectos de la enfermedad, como la astenia.
En los últimos años se han producido grandes avances terapéuticos que han permitido mejorar la calidad de vida de los pacientes de esclerosis múltiple y reducir el riesgo de sufrir discapacidades, ya que se han diseñado numerosos fármacos (de administración oral, intramuscular e intravenosa) que han mejorado la eficacia de los tratamientos, algunos de los cuales requieren ser administrados en el Hospital de Día y monitorizados en todo momento por el personal de enfermería y por el neurólogo con el fin de prevenir y controlar sus posibles efectos secundarios.
El diagnóstico precoz es un factor clave en el abordaje de la esclerosis múltiple, ya que aplicar los nuevos tratamientos desde que se presentan los primeros síntomas ayuda a mejorar el proceso a largo plazo. También es muy importante hacer una rehabilitación correcta para mejorar las discapacidades.
La Unidad de Esclerosis Múltiple de Son Espases participa en ensayos clínicos multicéntricos, que son fundamentales para la investigación de nuevos tratamientos. También colabora con la Asociación Balear de Esclerosis Múltiple (ABDEM), que ofrece servicios como el apoyo psicológico continuado y rehabilitación física, cognitiva y neuropsicológica.
[Fuente: Hospital Universitario Son Espases. 04/01/2018]
[Foto: Hospital Universitario Son Espases]
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— Infosalut (@infosalut) 12 de gener de 2018
