La consejera de Familia y Servicios Sociales, Sandra Fernández, ha asegurado que calidad y ética deben ir unidas en la atención gerontológica, durante la clausura de la jornada "Claves de la atención sociosanitaria para enfermos crónicos avanzados", organizada por SARquavitae con el objetivo de analizar y debatir sobre temas como la gestión de casos en dependencia o experiencias innovadoras en la atención a las enfermedades crónicas.
Al acto, que ha tenido lugar en el centro residencial SARquavitae de Palma, también han asistido la presidenta del Instituto Mallorquín de Asuntos Sociales (IMAS), Catalina Cirer; y la directora territorial de la zona de Balears de la empresa, Lourdes Amer.
La consejera ha reivindicado la visión del mayor como la de una persona a la que se debe escuchar -al igual que a su familia- para adecuar el tratamiento que recibirá por parte de los profesionales y poder ofrecerle así el mejor servicio.
En este sentido, ha destacado la tarea que lleva a cabo SARQuavitae en la gestión de los centros de día de Son Sardina, Son Dureta, Coll den Rebassa y Son Cladera, en Palma, así como en la Unidad de Trastornos Conductuales de Can Carbonell (Marratxí), con 30 plazas para personas con demencias y otros trastornos mentales crónicos; todos ellos, servicios dependientes de la Fundación de Atención a la Dependencia.
Fernández ha recordado que la esperanza de vida a nuestra comunidad ya se sitúa en los 81 años y que, a partir de los 75 a los 80, se produce "un aumento de los indicadores fisiológicos de fragilidad, lo que condiciona una necesidad mayor de apoyo y de uso de servicios sociosanitarios". Igualmente, ha incidido en que, por encima de los 75 años, más del 75% de la población presenta algún problema crónico de salud.
"Es fácil deducir -ha dicho- que los residentes de cualquier centro para personas dependientes sufrirán en casi su totalidad alguna enfermedad crónica".
No obstante, Fernández ha insistido en la necesidad de huir de una visión demasiado parcial que pueden ofrecer las estadísticas, que ligan envejecimiento a gasto público, a consumo de medicinas, a ingresos hospitalarios... una serie de datos que pueden hacer que la sociedad vea a los mayores como una carga.
En este sentido, ha reivindicado el papel que los mayores han tenido y están teniendo en nuestras familias, especialmente en momentos de crisis". "Satisface comprobar cómo jornadas como ésta devuelven al concepto de persona mayor una humanidad que nunca se tiene que perder de vista.
En esta línea, ha mencionado la exposición "el gesto como terapia. Fotografías Antonio Molina", un proyecto de la Conselleria que muestra las emociones positivas de personas afectadas por el Azheimer y que se expone al centro de referencia del Alzhéimer, en Salamanca.
"Encuentros profesionales como el de hoy nos ayudan a mejorar, a hacer cada vez más próxima, afectiva y efectiva la atención a nuestros dependientes y, consecuentemente, a humanizar unas estadísticas que tienen que reflejar lo que realmente importa: la calidad de esta atención, el respeto en el trato a los residentes y su grado de satisfacción".
[Fuente: Consejeria de Familia y Bienestar Social. 23/10/2013]