La fiebre del Nilo es una zoonosis causada por el virus del Nilo Occidental. Este virus afecta fundamentalmente a pájaros, pero es transmisible también a caballos y humanos, y en menor medida a otros mamíferos. La transmisión se produce a través de las picaduras de ciertos mosquitos.
Alrededor del 80% de las personas infectadas no desarrollan síntomas, y en el resto la enfermedad suele cursar como una gripe (fiebre, dolor de cabeza o articular, vómitos, diarrea o erupciones cutáneas). En menos del 1% de los casos la enfermedad puede ser grave. En los casos más graves podría producirse la muerte.
Consideraciones farmacéuticas
La fiebre del Nilo no dispone actualmente de tratamiento, ni existe vacuna en humanos.
Normalmente la enfermedad sólo suele requerir tratamiento sintomático con analgésicos y antitérmicos.
La medida más eficaz es la prevención a través de la lucha frente al transmisor, el mosquito. Para ello, puede ser recomendable seguir las siguientes medidas de precaución:
- Emplear mosquiteras en ventanas y puertas.
- Limitar la estancia al aire libre después del atardecer y hasta el amanecer.
- Evitar atraer a los mosquitos, manteniendo apagada la luz por la noche, y no usando perfumes intensos.
- Usar ropa que cubra la mayor cantidad posible de la piel.
Existen en la farmacia diferentes productos con actividad repelente de mosquitos, que pueden ser útiles para prevenir las picaduras.
[Fuente: Colegio Oficial de Farmacéuticos de las Illes Balears]
[Foto: Barnimages / close-up-of-a-mosquito-feeding-on-blood / CC0 1.0 Universal]