Las drogas ilícitas siguen planteando un peligro para la salud de la humanidad. Por ello, las drogas están, y deben seguir estando, controladas.
Pese a los redoblados esfuerzos de la comunidad internacional, el problema mundial de las drogas sigue poniendo en grave peligro la salud y la seguridad pública y el bienestar de la humanidad, en particular de los niños y jóvenes. Además, amenazan la seguridad nacional y la soberanía de los Estados y socavan la estabilidad socioeconómica y política, así como el desarrollo sostenible.
Las drogas que presentan mayor prevalencia de consumo en la población general en los últimos 12 meses son el alcohol (con un 78,3 %), el tabaco (40,7 %), los hipnosedantes (12,2 %) y el cannabis (9,2 %). A nivel poblacional el consumo de drogas tanto legales como ilegales está más extendido entre los hombres, excepto los hipnosedantes donde la proporción de mujeres consumidoras duplica a la de los hombres. Desde el 2011 aumenta ligeramente el consumo de las sustancias legales (tabaco, alcohol e hipnosedantes) y disminuye también ligeramente el consumo de las sustancias ilegales.